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jueves, 3 de abril de 2014

El Milan de Arrigo Sacchi


Cuando pensamos en los Grandes Equipos del Mundo, me vienen a la mente Ruud Gullit y Marco Van Basten, este par de excelentes jugadores Holandeses hicieron en la década de los 80 que El Milan ganara todo y con esto quiero decir que se convirtió en un Equipo Leyendario, dirigido por Arrigo Sacchi El Milan ganó un Scudetto, una Supercopa de Italia, dos Copas de Europa, dos Supercopas de Europa y dos Intercontinentales.



Más allá de los títulos obtenidos o los jugadores en nómina que se sucedieron por el conjunto 'rossonero', en el reciente recuerdo permanece un fútbol de alta escuela, con conceptos pioneros que dieron una vuelta de tuerca más a este deporte, y una filosofía de juego compleja a la par que atractiva. Su defensa en zona, la presión adelantada la ocupación de los espacios en ataque marcaron la seña de identidad en un equipo surgido del cerebro de un genio de los banquillos: Arrigo Sacchi.


Un equipo al que llegaron Galli de la Fiorentina, Donadoni de la Cremonese, Colombo del Avellino,Ancelotti de la Roma, Virdis de la Juve o Evani de la Sampdoria. Pero hubo tres incorporaciones que marcaron, por encima del resto, el destino de este Milan. Un trío de holandeses que pusieron la nota exótica y distintiva. El factor diferencial que distingue a los buenos equipos de los eternos. Ruud Gullit, del PSV,Frank Rijkaard y Marco Van Basten, del Ajax, completaron un equipo de ensueño en el que la gente de la casa como Baresi o los jóvenes MaldiniCostacurta Tassoti añadieron el sentimiento, el orden y el compromiso.


Preparado para lidiar con las grandes potencias europeas, el Milan sufrió en los inicios ante un gran Estrella Roja y un correoso Werder Bremen. A partir de ahí, llegó la exhibición. Vapuleó en un partido histórico al Madrid de la 'Quinta del Buitre' con una manita grabada a fuego en el corazón de los merengues y, en la final, se paseó ante el Steaua de Bucarest de Lacatus y Hagi (4-0) con sendos 'dobletes' de Gullit y Van Basten. Muy pocas veces se vio ganar a un equipo máxima competición continental con la suficiencia que lo hizo el de Sacchi.




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